pequeño, sin rastro de sangre... había sido demasiado fácil. Luego viniste a vengar la muerte de tu macho, y yo decidí no alargar la agonía e ir a dormir al sofá, entonces te descubrí, silenciosa, disimulándote en el gotelé.Tienes que acertar a la primera.
Y gané. Me habías herido dos veces, pero ahora estás muerta. La sangre de este pañuelo es mía, y el resto, suciedad de mi zapatilla y tu cadáver. Todavía me pica, pero ya no molestarás el sueño de nadie más. Y yo he aprendido a no volver a dejar la mosquitera abierta.
pd: no creo que sean tan importantes en la cadena trófica
