Los hay demasiado válidos, que pasan de tu cara cuando eres tú quien acude a ellos y los hay muy IN. "In" de INválidos, de INútiles, de INcompetentes, pero sobre todo de INcapaces.
El "importante" (mi futuro jefe), lo es demasiado para responderte cuando necesitas saber a qué vas a dedicar los próximos cuatro años de tu vida. Como yo ya le he dado el sí, hasta mi próximo aterrizaje bajo su tutela se hace el desentendido. Mientras que en mi presente hay un jefe casual (de por casualidad), sin madera de ná, segundo plato de todo. Un jefe subido a medio moco por mi rechazo al puesto (modestia aparte, para irme con el válido, con el ignorador). Un chico joven, pero sobre todo inmaduro, que no sabe solucionar nada, siendo de mayor gravedad el hecho que tampoco lo intenta (debe pertenecer a la generación melasudaelrabo). No es desorganizado porque no hace nada directamente, no sabe de procedimientos internos ni adjudicar un orden de prioridades. No tiene mano izquierda con los clientes (ya lo dicen los números), ni con los compañeros, ya que no sabe dónde situarse y emprende medidas y argumentos contradictorios e incluso se dedica a proferir amenazas falsas. No tiene ningun tipo de iniciativa, lo único que se le da bien es seguir la inercia, quizá esté acostumbrado a ello debido a su masa corporal. Sin pretender faltar, y sin caerme mal el muchacho, he de decir que es tonto. Y no es el no poderlo evitar, el peor mal que le acecha, sino que el principal problema es que no lo sabe. YoPensabaYoCreía que hacía un favor a la empresa por renunciar al puesto debido a mi corta esperanza de vida en ella. Ahora veo que les he hecho una putada.
Como ya sabras suscribo todo lo que piensas sobre el muchacho y comparto totalmente (aunque te la sude), la idea de que el pedazo de carne no sirve ni para estar escondido, pero parte de la inteligencia de uno se demuestra sabiendo utilizarla, y "medirte" a tan flojo rival no te beneficia en nada, ya que no tiene ningun merito, no sacaras nada de destacar sus "virtudes", por ello, considero (si se me permite) que utilices mejor tu tiempo preparando tus nuevos retos/proyectos y no malgastes tu talento en tan pequeño ser.
ResponderEliminarWE WANT THE POWER
ResponderEliminarTHE POWER TO THE PEOPLE
OH THE POWER TO THE PEOPLE YEAH
TO PEOPLE LIKE US
MAYBE
YOU THOUGHT THE WORD WOULD STOP US
WELL ISN'T POLITICIANS
YOU DON'T GIVE A FUCK ABOUT US
A BUNT OF LIERS WITH ANGRY FACES
DON'T UNDERSTAND THAT WE ARE BASES OF BEEN KIND
NOONE
LIKES TO FEEL THE FEAR OF GUNS
YOU KNOW THAT VIOLENCE IS NEVER A SOLUTION
TO MAKE THINKS WORK OUT
(the powa, ff)
ARTÍCULO DEL DIARIO ADN
ResponderEliminarBarcelona
Última actualización: Domingo, 1 de julio de 2007, 20:53
DETENIDO POR SIMULAR QUE LE ATRACABAN EN UNA TIENDA
UN TRABAJADOR SE INVENTÓ DOS ROBOS CON VIOLENCIA E INTIMIDACIÓN
Marta Català, Barcelona
Dos atracadores entran en The Phone House, una tienda de móviles de Castelldefels. Uno de ellos apunta a Leandro -el dependiente- con una pistola en la barriga. "Como llames a la policía, te matamos", dice. El otro vigila y se lleva el dinero: "Dónde está la caja?", le preguntan. Parecen de Europa del Este: "Uno es atlético, 35 años, 1'78 cm, pelo corto, ojos negros y chándal". El otro es más grueso: "Lleva gorra deportiva, camiseta de tirantes roja y vaqueros, 39 años". Con estas descripciones, el Cuerpo Nacional de Policía ya tiene un retrato de los presuntos atracadores.
Hasta aquí todo parece verosímil. Es el relato, con todo lujo de detalles, que ofreció Leandro a la Policía el pasado 16 de junio, cuando declaró que le habían atracado en la tienda y se habían llevado "varios móviles y 900 euros", según se desprende de la denuncia a la que ha tenido acceso este diario. En realidad toda la historia era mentira, el joven la inventó para quedarse con el dinero del falso atraco. El Cuerpo Nacional de Policía creyó en un primer momento al joven e investigó el caso desplazándose al establecimiento.
Los agentes recogieron pruebas y volvieron a interrogar a Leandro, que cayó en numerosas contradicciones en sus declaraciones: "Hubo sospechas", cuentan fuentes policiales. Leandro tuvo que volver a comisaría y al sentirse acorralado acabó confesando. Se había inventado el robo para quedarse con el dinero como hizo dos meses antes cuando denunció otro falso atraco; en aquella ocasión le salió bien la jugada. En uno de los atracos inventados, incluso llegó a decir que había recibido una paliza.
Leandro fue detenido por dos delitos de simulación de delito castigados con penas que van desde una multa hasta prisión.