No obstante tenías la batalla perdida, nena: yo trabajaba con ella. Y dormía con ella y cocinaba con ella también, algo que tú habías rechazado. Ya ves, en algunas ocasiones es más sencillo que en otras darse cuenta si uno ha sido escogido, o aceptado al no haber nada más dónde elegir.
Y ya veo "¡cómo son las circunstancias!", que en ocasiones todo se vuelca al revés, y una vez ya ha perdido todo su sentido y valor, se recupera lo que se tenía.
Ahí la tienes para ti solita, hasta que la mudanza os separe.
Que conste que yo no comencé esta guerra, que siquiera participé en ella (pero la gané hasta mi retiro forzoso).
AQUÍ Y ALLÁ
ResponderEliminarNO HE BUSCADO ENFRENTARME CON NADIE
SÉ QUE PUEDO VIVIR UNOS DÍAS SIN AIRE
PERO ES MEJOR RESPIRAR
Y ASÍ ME VA
LA ACTITUD NO ES MONEDA DE CAMBIO
ESTE AÑO TE DEJAN A UN LADO
Y MAÑANA TE DEJAS QUERER
LA SALUD SE VA DINAMITANDO
SIN PODER EVITARLO
Y AÚN ASÍ ESPERARÉ
POR UN BESO EN LA OTRA MEJILLA
Y CORRO EL VELO QUE TODO LO OLVIDA
Y VUELTA A EMPEZAR
dos clavos a mis alas, eb