Si tuviera mayor capacidad de retención en la memoria o me fiara más de mí misma diría: inolvidable.
En cualquier caso increíble. Ya no sólo por descubrir grupos, que suele ocurrir en los festivales. Sino por la sucesión de anécdotas impulsadas por la libertad de ir sola. Y la maravilla de la conctradicción de que en ese estado es cuando más acompañada te sientes. Y no es algo siempre alcanzable, así que cuando se logra y además es casual, es maravilloso.
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*Por eso, aunque "¡Vamos a morir todos!" no tiene que ser todavía.