Sigo opinando del mundo una mierda, de la mayoría de gente que es de no fiar, que no se puede creer la mitad de lo que dicen, que no se les da bien pensar. Sigo opinando que la justicia no existe, ni el karma (lo siento Earl). Si hemos de actuar bien habrá de ser por nosotros mismos, no por una fuerza superior diferente de la de intentar mantener un equilibrio. Y teniendo en cuenta eso, ¿qué nos hace pensar que los que hacen el "mal" no están también contribuyendo con ello al mantenimiento del equilibrio? Así que yo intento hacer lo "correcto" porque el mal no creo que se me diera bien, no por otra cosa.
Y es que tiene que haber quien de repente de la espalda a su supermejoramiga y le haga putadas, para que lo podamos ver en el "Diario de Patricia" (o en algun Zapping en su defecto) y nos indignemos, sintamos odio, o como mínimo sorpresa y diversión (por una mezquindad propia de la raza, todo el mundo disfruta con el sufrimiento ajeno). Para que sintamos algo. Para sentir. Así como ha de haber programas del corazón (que yo repudiaba sin saber hasta que vi una vez "Sé lo que hicísteis" y ahora los repudio sabiendo) para que programas como "Sé lo que hicísteis" puedan existir. Y dentro de mi pequeño mundo han de haber Monbuses terroríficos, errores ortográficos, mafias pidiendo en el tren..., y muchas cosas más para que me pueda quejar, que es uno de los grandes placeres que nos brinda la naturaleza, casi como el comer, dormir y follar.
Y hablando de equilibrios, hace falta que haya sufrimiento para que una pequeña cosa buena parezca felicidad y no nos muramos dentro de una monotonía asentimental. Hace falta. Es evidente que todos vosotros lo sabéis. Pero quiero escribirlo. Quiero recordároslo. Quiero que sepáis que lo pienso. Supongo que por eso acepto mejor todo lo que viene. (Como una pausa de más de 4 meses de vuelta en casa justo al inicio de tu carrera profesional, justo cuando habías conseguido irte de casa. Como por poner un ejemplo cualquiera.) Por eso y porque a veces, lo veamos al momento o lo veamos más tarde, o lo vean sólo los otros desde un lugar más objetivo, cada etapa de sufrimiento aporta reflexiones, apreciaciones, puntos de vista y maneras nuevas de actuar que no existirían en caso contrario. Aunque yo, desde mi subjetividad, tuve la suerte de encontrar esa parte positiva desde el mismo día que me arrojé del muro de Belchite, y que se fue afianzando con el transcurso de las semanas. Por cierto, si os queréis hacer daño, no hace falta que os tiréis de muy alto, el truco es colocar una piedra a mala leche ahí donde vas a caer, y te ahorras un montón de metros.
Este post no iba a ir de esto. Suelo escribir cosas con un poco más de coherencia y menos divagación. Que traten un sólo tema en lugar de saltar en cada frase... Pero lo mismo es hora de cambiar eso.
Buenas!!!
ResponderEliminarHasta ahora no había tenido ocasión de escribir ningún comentario
(llámale perrería o síndrome prevacacional o lo que sea).. El caso es que soy lectora habitual de tu blog, y sólo quería hacerte un poco la pelota y decirte que bla bla bla me gusta mucho bla bla bla El fondo negro le da un matiz tétrico-misterioso que pega muy bien contigo pq no podia ser q tú hubieras escogido otro color q no hubiera sido el negro ...
besitos
mónica
Mónica, me alegro que te vayas paseando por aquí. Escribir exclusivamente para mí misma en internet es como... frustrante, así que los comentarios me animan.
ResponderEliminarY decirte que lo de tétrico y negro... bueno, yo creo que ya lo tengo equilibrado... tendremos que vernos más para que te lo pueda demostrar :)
¡Besazo!