Abres un ojo y ves al complementario,
éste suelta un brazo y te cae encima,
entonces ruedas a su lado, lo husmeas,
lo acaricias con la cara cual perrito.
Todo con los ojos cerrados de legañas.
Sensación de bienestar y regocijo.
Y media vuelta, que me cansé de esa posición.
Entreabres un ojo y ves el tronco que rueda hacia ti, inevitablemente.
Se para a tu lado. Se engancha cual lapa.
Como encajar la última pieza de un puzzle.
Y el bienestar y regocijo se multiplican al saber que desde el otro lado también hay bienestar y regocijo.
Y justo antes que lleguen los remordimientos del horario, uno alcanza la felicidad.
hola! bona nit antes de nada.
ResponderEliminarY ahora solo decirte que me ha encantado este post!
Osti noia quina alegria em dones, quina tendresa! Gaudeix-ho amb tots els sentits que estimar i ser estimat no te preu!
ResponderEliminarPer cert, és genial el que has escrit, m’ha ficat la pell de gallina.