viernes, 7 de diciembre de 2007

Del sexo femenino y esas cosas aburridas

Sobre un comentario (mío claro) del anterior post. Aviso que éste no es un post muy elaborado, no he contemplado todos los aspectos, ni siquiera todos los ejemplos, pero es que esto no es una tesis, he ido escribiendo lo que se me ha ido ocurriendo con el ansia de acabarlo y hacer algo productivo (que sí es una tesis).
Ser mujer y actuar como tal es aburrido. No me gusta generalizar pero es tan brutal el porcentaje que me lo voy a permitir: Está más que demostrado que las mujeres hablan más frecuentemente a la espalda. Quizá por el simple placer de fastidiar, quizá por un empuje hormonal irrefrenable, pero es cierto. A menudo también las mujeres consideran como rival a otra mujer que entra en un grupo, mientras que los hombres miran a otro como un colega más.
El rol de las chicas es ser las tontas, las que se asustan más o hacerse las asustadizas. Son las que tienen las manos frías (mi teoría sigue siendo que es la excusa para un primer contacto).
Y las mujeres son las que no se pueden tirar eructos, mientras que un buen eructo es algo de alabar entre los hombres. La gran mayoría de veces depende del grupo de gente, de cuán conservador sea y de cómo considere a la mujer el grupo como colectivo. Si ha de ser "una señorita", como se empeña mi padre, o si el grupo o ella se ha hecho valer como otro más de manera que se le permitan esas cosas.
A mí no me molesta ir acompañada al baño o contar mis cosas, pero confieso que por tonterías preestablecidas de éstas más de una vez he deseado ser hombre. Aunque yo, no sé si por la tontería de la machomenización de hace unos años o por qué, he conseguido ser considerada más bien una persona que una mujer en mi entorno.
Sin embargo tengo la manía de ir mudándome y cambiando de entorno, lo que me obliga a cambiar mi actitud, comenzar de nuevo, ir con pies de plomo para que no te tachen ya de entrada sin conocerte y con el dilema de que si te tachan sin conocerte es que no merecen la pena ser conocidos... Sí, claro. Pero soy yo la que entonces me quedo sola. Y a ratos está fantásticamente bien, pero otros aburre.

1 comentario:

  1. hola amiga,
    Gente hay de todo tipo lo triste ciertamente como dices a veces nos damos cuenta de como son las personas de tu mismo sexo, menos mal que llega un dia donde la vida nos topa con personas totalmente diferentes y nos hace ver lo que ni nosotras mismas vemos, la luz de nuestro interior, en momento asi recuerda la luz que te ilumina y te hace totalmente especial por ser simplemente tú. Sire, nunca olvides tu esencia, eres muy mujer pero diferente a muchas por tus cualidades y caracter hemos de aprender que muchas mujeres solo lo son por edad y jamas van a madurar porque dentro de ellas no hay ni pizca de esencia. Nunca olvides la tuya, que es tridimensional. Un besazo de corazon ESTHER

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*Por eso, aunque "¡Vamos a morir todos!" no tiene que ser todavía.