Y es que tras la depresión anual, al dar las prácticas, por ver que nos vamos a pique… Porque sí, o España cambia urgentemente el sistema de enseñanza desde el parvulario o nos vamos a la mierda. Pero eso sí, por poco que pueda, a mí no me pilla aquí. A mí no me atontan a nadie más. En vez de fuga de cerebros (¿cerebros, qué es eso? Lo que comen los Zombies, ¿no?) yo profetizo que va a haber fuga de vientres, por el miedo de los padres al agilipollamiento general.
A lo que iba. Quizá me podría haber tomado de otra manera que me preguntaran si era una alumna colaboradora después de haber impartido yo las prácticas. “No, no soy alumna colaboradora, os acabo de dar las prácticas” contestéle pausada y moderadamente, tan moderadamente que no era ni natural, tan moderadamente que noté cómo me faltaba el aire del descrédito y se me generaba una úlcera inoperable en el estómago. Aunque hacerse, hacíase, pero hízose hace mucho tiempo, que un alumno colaborador diera clases. Antes que fuera obligatorio el uso de casco en bici, antes incluso de que yo llegara a este otro mundo. Y podía no saberlo ¡Dios le libre de tener que saberlo todo y no poder errar! Pero que a la que le dijera que estaba haciendo el doctorado con su profesor y me preguntara si mi éste, mi jefe, un señor catedrático con canas ya con solera estaba haciendo el doctorado también… pues me dolió. Sí, me dolió. Por lo de pertenecer a la misma especie. ;)
Jajaja!!!Ya pasó...al menos por este curso!Jajaja!
ResponderEliminar