Y todos se reunieron y yo faltaba
y me incluyeron telefónicamente.
Y lo agradecí en gran medida
y me alegré enormemente.
Y se sucedió la "fatalidad"
el teléfono hizo tirurí y murió
sin una segunda oportunidad.
Y mis amenos acompañantes
me prestaban sus aparatos.
Pero de qué sirven sin el número de destino.
Así que desde aquí emito el agradecimiento público,
sin saber si la última persona con quien hablé era quien creí.
Sin saber si aún había alguien a quien no escuché.
Y pensar en la de veces que se te pasa algo así por la cabeza y no lo haces... qué pena!
ResponderEliminarno es anonimo, era yo, pero el mouse va más rápido que mi mente
ResponderEliminarPues si eso fue emocionante, piensa que pudo haber hasta una pelea por realizar dicha llamada...El maldito aparato que nunca sirve de nada cuando más lo necesitas, esta vez no falló.
ResponderEliminarHacía días que quería llamarte y en ese momento nos decidimos los dos a la vez, al final gano ella, como siempre ellas se salen con la suya...
próximamente actualizaré el blog, se que lo digo siempre y mis palabras se las lleva el viento...pero tarde o temprano lo haré :)
ResponderEliminarEstá bien...ya sabrás quien soy...esa última persona que a la que no le dieron más oportunidad que decir "Hola Sireta! ¿de verdad que no sabes quien soy?"...va, confiesa, ¿quién creiste que era? No osé llamarte una segunda vez pq te entrabas al teatro...pero que sepas que te echamos de menos un montón :)
ResponderEliminarMerche!!
ResponderEliminarConfieso que no reconocí tu voz, ¡pero tampoco dijiste Sireta! q eso no habría dado lugar a dudas, pues creo q fuiste tú quien lo iniciaste!
Aún me quedaban 5 minutejos para entrar al teatro, lo q de todos modos no podíais haberme llamado: bateria agotada.
¡Un besote grande a todos!
yo tb dejaré un comentario..q me alegró oirte durante un minuto!!!jeje
ResponderEliminarqueda pendiente una visita a Cádiz está claro!próxima reunión en vivo y en directo...a ver si lo conseguimos!
Un beso