sábado, 24 de febrero de 2007

QUEJUMBRE: de cuando se desbarata todo

Qué inocencia la mía. Puedo estar agradecida por el mes de felicidad y buenaventura que se me ha brindado. Acostúmbrase uno desgraciadamente demasiado pronto a tanta fortuna. Tanta coincidencia agradable, tanto acontecer agraciado. Y olvida uno que la vida se basa en subidas y bajadas. Que allá donde hubo júbilo habrá desgracia en aproximadamente la misma intensidad. En eso consiste la rueda de la fortuna. Creí vanamente que ya no volvería a necesitar este blog, pues la etapa malhadada ya había concluído. Ciertamente se ha desvanecido la etapa oscura. No se si me alegro de ello, pues todos saben cuánto me gusta regocijarme en el dolor, lo admito abiertamente. Pero a pesar de no haber oscuridad en mi ser, me siguen ocurriendo desgracias o desventuras, como a cualquier hijo de vecino. Sólo he de dar gracias al Dios Kronos o a la Diosa Voluntad que no me afecten como antes.
Pero conmigo estarán todos de acuerdo cuán jodido es que despues de renunciar y acceder a renunciar, y asimilar la renuncia, todo se vaya al garete y toque volver a comenzar, habiendo ya comenzado las renuncias.
He aquí mi nueva aportación en quejas, tras dos meses de silencio.

CARRERA DE OBSTÁCULOS

Ahora que se ha salvado el primer obstáculo me doy cuenta que ya he comenzado, así debe ser intentar convertirse en científico. Debe ser esto a lo que todos se referían, luchar contra un obstáculo detrás de otro sin que la superación suponga un gran avance, ni te asegure nada por mucho tiempo. Supongo que me alegro. Así que ya estoy comenzando mi carrera de obstáculos científica superando las nuevas leyes repentinas con efectos retroactivos, haciendo que el parche me dure lo que queda de año, y después... la ley dirá.