martes, 31 de mayo de 2011

y así fue la mañanita...

Y es que tras la depresión anual, al dar las prácticas, por ver que nos vamos a pique… Porque sí, o España cambia urgentemente el sistema de enseñanza desde el parvulario o nos vamos a la mierda. Pero eso sí, por poco que pueda, a mí no me pilla aquí. A mí no me atontan a nadie más. En vez de fuga de cerebros (¿cerebros, qué es eso? Lo que comen los Zombies, ¿no?) yo profetizo que va a haber fuga de vientres, por el miedo de los padres al agilipollamiento general.
A lo que iba. Quizá me podría haber tomado de otra manera que me preguntaran si era una alumna colaboradora después de haber impartido yo las prácticas. “No, no soy alumna colaboradora, os acabo de dar las prácticas” contestéle pausada y moderadamente, tan moderadamente que no era ni natural, tan moderadamente que noté cómo me faltaba el aire del descrédito y se me generaba una úlcera inoperable en el estómago. Aunque hacerse, hacíase, pero hízose hace mucho tiempo, que un alumno colaborador diera clases. Antes que fuera obligatorio el uso de casco en bici, antes incluso de que yo llegara a este otro mundo. Y podía no saberlo ¡Dios le libre de tener que saberlo todo y no poder errar! Pero que a la que le dijera que estaba haciendo el doctorado con su profesor y me preguntara si mi éste, mi jefe, un señor catedrático con canas ya con solera estaba haciendo el doctorado también… pues me dolió. Sí, me dolió. Por lo de pertenecer a la misma especie. ;)

lunes, 16 de mayo de 2011

una fea dando palmas

Adelanto el coche ya sin motivo. Paro perpendicular al que acaba de aparcar. Consciente de no tener ni el humor ni la región lumbar-abdominal para fiestas, me resigné a no poner ninguna expresión de descrédito, insulto o amenaza, pues fácilmente podría interpretarse como una ridícula mueca de dolor o un simple tic extraño.
Plas plas plas.
Y es que era todo lo que tenía energía para hacer. Pero mi mirada, que emanaba odio y desprecio desde lo más profundo, le debió hacer “toc toc” en el hombro, pues se giró.
Plas plas plas. Repetí gustosamente. A lo que el engendro se apresuró a contestar: "No te he visto, no soy adivino. Estabas ahí, dando la vuelta, cómo iba a saber yo… nosequé blablablá …no hay reglas."
Mi cara no cambiaba de expresión, pero no porque no quisiera, sino por incapacidad. Quizá una sonrisa, gracias a la reacción del individuo, que ella solita y sin ningún tipo de alimento más, iba creciendo. Y ahora seguía con un: ¿palmas? ¿qué haces dando palmas? No des palmas a ver si… y aquí no recuerdo con qué me amenazó, pero siguió, muy graciosamente con un “que eres mu fea tú” mientras daba golpecitos al coche. XD Jajajajaja. No daba crédito. Ahí sí que tuve que reír. Eso sí que no me lo esperaba ya. Menudo día. ¡“Que eres mu fea tú” dice! Jajajaja XD.
La culpa le corroe” pensé. Y como sabe lo que ha hecho y que está mal, primero se justifica y luego entra en cólera. Y aunque la letra no fuera así, me fui camino a casa cantando “A quién le importa…”  Ha estado bien para terminar el día /empezar la tarde… después de esta mañanita…