viernes, 3 de agosto de 2007

DóNDe

Hoy he visto un duende.
Alguien me dijo:
"Mira, ahí está tu duende."
Lo miré.
Pero no lo reconocí como mío.
Lo volví a mirar.
No tenía las extremidades rudimentarias del mío.
Le miré el trasero.
No tenía el trasero oscurecido del mío.
No era mi duende.
Cuando me fijé mejor
vi una niña en sus ojos.
Y no era yo.
Definitivamente,
no era mi duende.

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*Por eso, aunque "¡Vamos a morir todos!" no tiene que ser todavía.