viernes, 7 de diciembre de 2007

CRÓNICAS DESDE PUERTO REAL

Primer miércoles sin estar en Sevilla
Díjeme: "vamos a controlarnos, no sea que". Pero vamos, visto lo visto, no hace falta. La probabilidad que este manuscrito caiga en malas manos (dícese de aquellas que no me conozcan y aún así me juzguen) es mínima. Es que tener uno que censurarse en su propio blog… da como un poco de rabia. A malas lo anonimizo y ya. Así que ahí va:
¿Qué es lo mejor de la decoración navideña hand- and cutre-made? ¡Pues hacerla! Pero poca gracia tiene colocar la que hicieron el año pasado OTRAS personas.
¿Cuáles son las ventajas de compartir piso? Conocer gente, llegar a casa y no sólo hablar con los hongos de la pared y con Dudo (en la foto, Dudo en el centro y Aspergillus a la derecha, izquierda, detrás, arriba y abajo), compartir experiencias, comentar qué tal ha ido el día, compartir concocimientos, compartir pensamientos, compartir.
Pero claro, eso no se puede hacer con cualquiera. Y no me refiero a que ellas no sean aptas, sino a que no somos compatibles. Realmente yo venía a esto: a probar suerte sin saber lo que me encontraría. Pero fui tan afortunada siempre en Sevilla, que uno se acostumbra muy pronto a lo bueno. No con todo el mundo tienes algo en común, ni algo que compartir.
Y es que recientemente, una pobre incomprendida, que ha acabado por compartir aproximadamente sólo el espacio, me ha avisado. Confesóme y advirtióme sobre el funcionamiento del: "tal ha dicho esto y yo me pregunto aquello, pero como soy subnormal, no se lo voy a preguntar directamente e iré comentando la bola que yo me haga con los demás".
Yo creo que eso es tema de niñas adolescentes (sí, sólo niñAs) y mujeres de una cierta edad amargadAs y aburridAs. Y la media de edad es 23, lo que está lejos de ambos colectivos, pero bueno. El otro día comentaba con el novio de la resbalante cuánto me repatea tener que admitir que las mujeres sonmos así. Pero es que se confirma una vez tras otra.
Yo por mi parte me estoy intentando comportar y que no se me note el alma de quejadora profesional que tengo. Confeséselo a la superviviente y díjome que deberíamos ser como somos desde el principio. Pero yo no estoy de acuerdo. Debemos ser como somos desde el principio con nuestros amigos o con nuestros amigos potenciales. Pero con gente con quien los conflictos no te van a llevar a nada productivo ni un avance en la relación… mejor evitar todo lo evitable.
Aunque delante de la tele no me puedo contener, lo confieso. Pero no les insulto por ver Escenas de Matrimonio en lugar del Hormiguero. Sólo me voy a comer al cuarto, con Dudo, Verbiquina y Aspergillus.
¡Eh! Pero sin faltar, que es un modo de vida perfectamente aceptable. Sólo que yo prefiero estar al margen.

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*Por eso, aunque "¡Vamos a morir todos!" no tiene que ser todavía.